El verano es la época de la alergia al polen. Unos días de sol primaveral y la mayoría de nosotros comenzamos a soñar con los apacibles y perezosos días de verano. Sin embargo, algunas personas tienen otras cosas en mente: las temidas alergias que provocan el enrojecimiento de los ojos, picores, lagrimeo o incluso inflamación ocular. Y para los usuarios de gafas o lentes de contacto, el problema es peor aún. El culpable: el polen. Muchos de nuestros órganos sufren reacciones alérgicas, pero definitivamente los ojos son los que mas sufren. MEJOR VISIÓN examina las causas y el tratamiento de las alergias oculares y los remedios disponibles para aliviar los síntomas más graves.
¿Qué pasa en realidad durante una reacción alérgica?
Si nuestro cuerpo entra en contacto con sustancias que son extrañas o que suponen un peligro potencial, detona un proceso de defensa. Una de estas sustancias son los alérgenos. Se trata principalmente de minúsculas proteínas que, por lo general, no constituyen un peligro para el organismo.
Sin embargo, las personas con alergias desarrollan unos anticuerpos especiales que provocan la liberación de diversas hormonas en la piel y en los tejidos mucosos. Lo más importante de estas hormonas respecto a los síntomas alérgicos es la histamina: es la responsable de muchas de las reacciones alérgicas del cuerpo: picores, dificultades respiratorias o dilatación excesiva de los vasos sanguíneos.
El sistema inmune se activa la primera vez que el cuerpo sufre el alérgeno. A partir de entonces, el proceso se repite cada vez que ocurre un contacto. Esto significa que si el cuerpo ha reaccionado con alergia a alguna sustancia, ya nunca lo olvida. O sea, el contacto repetido con la misma sustancia produce rápidamente una reacción alérgica, generalmente en cuestión de minutos, pero en ocasiones puede tardar hasta una hora.
La reacción en los ojos es particularmente seria: la conjuntiva y la membrana mucosa reaccionan inmediatamente a la sustancia foránea, los vasos sanguíneos se dilatan y se liberan fluidos. La persona lo experimenta en forma de lágrimas, secreciones nasales, inflamación o enrojecimiento. Las lágrimas eliminan gradualmente los alérgenos de los ojos, por lo que los síntomas se van aliviando poco a poco.
Dispone de ayuda – las gafas apropiadas le ofrecen protección
Durante la época de alergia al polen, las gafas ofrecen una protección especial para los ojos, tanto si son gafas de sol como si son sus gafas graduadas habituales. Las monturas y los cristales envolventes con costados amplios son ideales para las personas que sufren alergia al polen. Estos modelos protegen los ojos sensibles de la luz intensa, los golpes de aire y del polen que flota en el ambiente. Más información…
¿Cuáles son los detonantes de una alergia ocular?
En función de la época del año, el polen es lo que suele provocar más problemas. Sin embargo, existen otros factores que pueden irritar la conjuntiva de los ojos: los pelos de los animales, los ácaros del polvo, las esporas de los hongos, las picaduras de los insectos o la intolerancia a ciertos tipos de alimentos, p. ej., el glutamato. Es esencial que la persona que padece alergias averigüe exactamente cuál es la causa. Los dermatólogos o los especialistas en alergias pueden realizar algunas pruebas para identificar las causas de la alergia. Por ejemplo, normalmente se utiliza la prueba del pinchazo para detectar la alergia al polen: se inyectan en la piel pequeñas cantidades de distintos tipos de polen. No hay que preocuparse, esta prueba no deja ninguna marca. Tras aproximadamente 20 minutos, en función de la reacción de la piel, el doctor puede identificar si se produce alguna alergia y, en ese caso, desarrollar el tratamiento apropiado.
La prueba de la tirita es la más utilizada para detectar alergias de contacto. En este caso, se adhieren varias tiritas en la espalda del paciente. Las tiritas contienen sustancias que se sospecha que pueden ser las causantes de la alergia. Se suelen llevar durante un periodo de entre 24 y 48 horas, tras el cual el médico puede observar a simple vista qué sustancias producen una alergia en la piel.
¿Puede tratarse la alergia ocular?
Sí, mediante un tratamiento a largo plazo (desensibilización), que implica el uso de un desestabilizador de mastocitos, o con una medicación denominada inhibidores de H1 (antihistamínicos). Si se conoce la causa de la alergia ocular, en el 70% de los casos una terapia inmune específica conocida como hiposensibilización o desensibilización puede ayudar. En este caso, se administra la sustancia que produce la alergia a esa persona en una dosis altamente diluida durante un periodo de entre seis meses y tres años. De este modo, el organismo «acepta» gradualmente el alérgeno, sin activar ninguna reacción de defensa.
Si el paciente no responde a este tipo de tratamiento, una alternativa eficaz puede ser el uso de medicación especial antialérgica en forma de gotas o un espray nasal. La medicación estabiliza los mastocitos para que no liberen las histaminas que contienen. Entonces no se produce la reacción alérgica, o solo con un alcance mínimo. La medicación debe tomarse con regularidad en el momento apropiado. No obstante, se trata de una medida preventiva y no alivia los síntomas más graves. Debe tomarse el medicamento varias veces al día, dos o tres semanas antes del comienzo de la temporada de polen. Este tipo de medicación suele estar disponible en las farmacias sin necesidad de receta.
Si los síntomas son muy graves, p. ej., picazón extrema, la mejor opción son unos antihistamínicos específicos. Estos modifican la permeabilidad de los vasos sanguíneos de la conjuntiva a sustancias antiinflamatorias, bloquean los receptores de las histaminas y, por tanto, evitan la inflamación. Las gotas que contienen este medicamento solo están disponibles con receta.
¿Qué ayuda a los usuarios de lentes de contacto?
-Los usuarios de lentes de contacto blandas están en especial desventaja si sufren alergia al polen. Aunque las gotas antialérgicas son una medida excelente para aliviar los síntomas de la alergia al polen, no suelen ser bien toleradas por los usuarios de las lentes de contacto blandas porque estas tienen los poros más grandes que los usuarios de lentes duras. Las gotas se depositan en estos poros y disuelven parte del material de la lente blanda, lo que incrementa la irritación de la conjuntiva y de la córnea. Una buena alternativa para los usuarios de lentes blandas que padecen alergia al polen son las gafas de sol envolventes o las lentes de contacto desechables (de uso diario). Se colocan en el ojo directamente desde su envase, por lo que se evita cualquier depósito de polen.
Consejos prácticos para uso diario
Las siguientes recomendaciones le permitirán minimizar su exposición al polen:
-Un consejo sencillo pero efectivo: limpie sus gafas con regularidad. Utilice las toallas especiales ZEISS para la limpieza de gafas, sin fragancias artificiales ni componentes agresivos.
-Cuelgue algunas toallas húmedas en su casa. Atraparán parte del polen que flota en el ambiente.
-Mantenga las ventanas cerradas y airee la habitación solo en determinados momentos del día: en las áreas rurales hay menos polen en el aire entre las 7 de la tarde y la medianoche, y en las áreas urbanas, entre las 6 y las 8 de la mañana.
-Aspire las alfombras y moquetas con frecuencia o sustitúyalas por suelos laminados o parqué.
-Lávese la cara y aclare los ojos varias veces al día, lávese el cabello antes de ir a dormir y duerma con la ventana cerrada.
-No se quite la ropa en la habitación, hágalo preferiblemente en el cuarto de baño. Allí, la humedad residual de la ducha o el baño previene que el polen depositado en la ropa circule libremente en el aire.
-Al conducir, mantenga la ventanilla del vehículo cerrada e instale un filtro en su sistema de ventilación de aire.